Adaptación de vivienda para personas discapacitadas: Legislación y requisitos

La falta de movilidad afecta seriamente la vida de las personas con discapacidad ya que les limita en el ejercicio de actividades básicas de la vida cotidiana: desplazamientos, comidas, relaciones sociales, compras, tiempo de ocio al aire libre. Dichas personas precisan de una adecuada distribución de los espacios y un mobiliario adaptado o compatible con sus posibilidades.

Hay varios tipos de barreras que limitan la libertad de movimientos de las personas. Son esencialmente de tres tipos: barreras arquitectónicas y barreras en los medios de transporte.

Las barreras arquitectónicas pueden ser exteriores (barreras urbanísticas) o interiores (barreras en edificaciones):

Barreras urbanísticas: en aceras, pasos a nivel, obstáculos varios, en parques y jardines, en mobiliario urbano, …
Barreras en edificaciones: en los accesos a los edificios, escalones, pasillos y puertas estrechas, ascensores pequeños, servicios de dimensión reducida, …

Rampa en el exterior para acceso a personas con discapacidad

De todo ello se deduce que no basta con adaptar las viviendas de las personas con discapacidad, sino que es necesario que todos los edificios cuenten con un acceso fácil, que todas las calles tengan los rebajes adecuados en las aceras, que los pavimentos de las calles sean antideslizantes, que en todos los ascensores quepa una silla de ruedas, que en todos los lugares públicos se cuente con lavabos que podamos usar todos.

Legislación española sobre accesibilidad y barreras arquitectónicas

La legislación española sobre movilidad y barreras arquitectónicas tiene su base en el art. 9.2º de la Constitución Española en la que se dice que corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para:

Que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas.
Remover los obstáculos que impidan o dificulten la plenitud de las personas.
Facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.

Dicho mandato constitucional se desarrolla en la Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI), en la que se regula la prevención y supresión de barreras en los ámbitos de urbanismo, edificación y transporte. En dicha ley (art.54) se indica que todos los edificios, incluso los de propiedad privada, cuyo uso implique la concurrencia de público, deben ser accesibles, además de que se deben suprimir los obstáculos en edificaciones cuya duración previsible sea aún considerable.

A pesar de que han pasado muchos años desde la promulgación de la LISMI (1982) y, aunque se han buscado soluciones y han habido avances, la situación aún es claramente insuficiente para que las personas discapacitadas puedan realizar todas las actividades necesarias con normalidad.

Plataforma de accesibilidad en una escalera interior

Baremos de accesiblidad:

Estos son los baremos de accesibilidad en lo referido a reformas de vivienda:

PUERTAS	Profundidad mínima: 1,20m Superficie superior a 1,20m2 Anchura de la cabina: 0,90m Anchura de las puertas: 0,80m Altura botonera inferior: 1,20m Señalización de planta: visualmente y además otro método alternativo Pasamanos: altura de 0,90m
ESCALERAS	Anchura mínima: 1,20m Pasamanos a ambos lados con doble barra
SERVICIOS	Puertas: 0,80 m ancho mínimo Espacio libre de maniobra superior a 1,50m Mecanismos y accesorios: a 0,90 m del suelo Borde inferior del espejo a menos de 0,80 m del suelo Barras de apoyo
SUELO	Suelo no deslizante (rugoso)
ITINERARIO CONEXIÓN CON LA VIA PÚBLICA	Acceso a pie de llano desde la vía pública hasta la plataforma de embarque del ascensor o hasta la vivienda. Si hay desniveles se salvarán mediante rampa de pendiente máxima 12 por ciento, anchura mínima 100cm, y rellanos en los extremos de un profundidad mínima de 120 cm. Los espacios de circulación interior dispondrán de una anchura mínima de 100cm y las puertas o pasos de 80cm. A ambos lados de toda la puerta habrá un espacio libre, sin ser barrido por la puerta , donde sea inscribible un círculo de 120cm. La cabina del ascensor tendrá como mínimo una dimensión de 120 cm. en el sentido del acceso a la cabina, y de 100cm en el perpendicular.

Ayudas a la adaptación de viviendas para personas con discapacidad

Créditos para la rehabilitación de viviendas (competencia de las Comunidades Autónomas)
Subvenciones a fondo perdido (IMSERSO o Consejerías de Bienestar Social en aquellas Comunidades Autónomas a las que se les haya transferido dicha competencia)

Accesibilidad en la cocina

La cuantía de la subvención puede variar de año en año. Oscilan entre 2.500 y 4.500 euros.

Requisitos: (téngase en cuenta que pueden variar algo dependiendo de la Comunidad Autónoma y del año. En este caso se describen los vigentes en Cataluña):

Ser propietario de la vivienda. O ser inquilino y tener la autorización el propietario. Si la adaptación afecta a zonas comunes del inmueble, tener la autorización del 3/5 de los propietarios.
Se deberá tener la condición legal de persona con discapacidad (Certificado oficial de reconocimiento de la discapacidad) y superar el baremo de movilidad reducida.
Se debe residir legalmente en Cataluña.
La vivienda ha de ser habitual donde esté empadronada la persona con discapacidad.
No haberse beneficiado de ayudas por el mismo concepto y el mismo equipamiento durante los 5 años anteriores.
Los ingresos anuales netos de la persona beneficiaria no podrán superar 4 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) del año anterior a la convocatoria. La cuantía se incrementará en un 30% por cada miembro de la unidad familiar o de la unidad de convivencia que no tiene patrimonio ni ingresos.
Las propuestas de soluciones para la adaptación o accesibilidad de la vivienda han de ser funcionales y accesibles, y garantizar la seguridad de la persona con discapacidad, de acuerdo con la normativa aplicable.

Hay que tener en cuenta que, «en caso de reformas en el interior, el propietario podrá exigir su reposición al estado anterior».

En la tramitación, lo más significativo a presentar es:

Fotocopia del DNI.
Presupuesto original firmado y/o sellado, referido al año en que se solicita la ayuda y desglosado por conceptos y con precios unitarios.
Croquis con medidas de la situación antes de hacer reformas y después de hacer las obras.
Todos los permisos necesarios, depenendiendo del tipo de obras (permisos municipales, Departamento de Industria, etc.).
Documentación acreditativa de todos los ingresos de la unidad económica de convivencia referidos al año de la convocatoria.
Si la vivienda es de propiedad, recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o fotocopia compulsada de las escrituras de compraventa.

Téngase en cuenta que «se excluyen las actuaciones parciales o globales para finalidades ornamentales o para no adaptar la vivienda», con lo que, si la reforma de vivienda tiene un ámbito mayor al de estrictamente adaptarla para personas con limitaciones funcionales, se deberán requerir de la empresa de reformas dos presupuestos: uno referente a las obras para hacer accesible la vivienda y otro con el resto de trabajos.

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